lunes, 23 de marzo de 2009

"Aventuras del Cuco"


Este cuento nació más largo, esta es una adaptación corta para el blog espero que no pierda mucho sentido. Patri es una niña real y los paisajes también. Todos ellos forman parte de diferentes vivencias reales y de manera caprichosa se han unido para contar una historia.
-El Cuco se volvió loco, Mama ¿qué le pasa al pajarito del reloj, no para de salir?Era cierto el Cuco no hacía más que cantar y ya iban 26 aberturas de su portezuela de roble.-¡Eso es imposible! No hay tantas horas en un día mama.Patricia estaba sorprendida. Su mami y ella no pudieron por menos que echarse a reír, el pajarillo se había vuelto un poco loco y no quería parar, por ello la madre decidió para la cuerda del reloj durante un rato y dar descanso al pequeño cuco.
Había llegado la noche, fue entonces cuando recordaron el reloj y su guardián el Cuco, volvieron a poner en marcha la maquinaría de aquel gran reloj de pared, tirar de los péndulos, dar cuerda y por fin tic.tac, tic-tac.
Tocaron la una Patricia y su familia estaban expectantes, y allá que apareció, cucú, una y ya.
Perfecto esta vez ha funcionado, ya podemos descansar. Ya así fue todos se retiraron a sus aposentos, luces fuera… y entonces.
Entonces ocurrió: Ñiiiiiii, poc, -eo eo no hay nadie por fin libre, de un salto el Cuco se posó en la mesa del salón, de allá voló hasta el balcón, había contemplado esa estampa tantas veces,…
La ciudad se extendía antes sus finas patitas, era eternamente grande, había oído cientos e leyendas sobre ella en casa allí detrás de su portezuela, mientras la familia comía y comentaba.
Era tanta la curiosidad que despertaron todas esas historias que esta noche por fin estaba decidido, se iría a explorar la ciudad.
Desde aquí de noche con todas esas lucecitas parece tan mágica. No lo dudo ni un segundo más extendió las alas y se dejo caer, notó como su cuerpo descendía en el vacío y el viento le iba sujetando y dejando caer, sosteniendo y deslizando hasta que abrió los ojos y comenzó su vuelo, le encantó realizar ese espectacular salto, ya estaba en la libertad.
Se dejo llevar por el lugar que más concentrara su atención y llegó a la cima, está no era una cima picuda con su glaciares y pasos montañosos, como había observado en los documentales de la tele en sus fugaces salidas horarias, era más bien un gran gigante en medio de los monumentos.
-Oh guau! (el Cuco dominaba diferentes dialectos) este lugar es fascinante, majestuoso, exuberante. Se encontraba sobre una gran torre, a un lado el rio bañaba la ciudad, a otro la plaza decorada con pequeñas casas de cuento cada cual con tejados de diferente color, y al otro lado unos jardines con frondosos árboles. Al momento sonó el repicar de un ligero martillo tres veces tras él una melodiosa música, el Cuco estaba realmente emocionado, aquello era la libertad que tanto había imaginado.
-Volaré hasta aquella cúpula. Y así fue desde su nuevo mirador reconoció una rana al borde de la orilla del canal, nuevamente se dejo caer sus alas se ahuecaron como pequeños globos y a escasos metro planeo para posarse a medio metro de la rana.
-¡Buenas noches señora!, croac ¡bonne nuit!
Observo con más detalle la rana era, única desde luego, lucía una pequeña boina, erguida sobre sus dos ancas posteriores blandía una larga lanza peluda y en la otra pata delantera sostenía una bandeja, parecía que tenía un espejo ante sí.
-¿Qué hace a estas horas por aquí?-Historia amigo, retrato la historia, es fundamental que dejemos el rastro de la historia de este lugar.
-¿Historia?

La rana se volteó y entonces fue cuando el Cuco pudo ver la realidad, tenía un pincel y su paleta repleta de colores, y estaba… pintando.
-¡Pinta un cuadro!, es pintor.
-Bien, bohemio, en general podríamos decir hay noches que me decido a bajar a componer y ejecutar con mi violín, noches que escribo en mi viejo libro de tapas e cuero, noche como la de hoy que pinto y… algunas otras quedo con los compañeros para conversar hasta el amanecer.
-¡Ah vaya! Suena interesante
-Bien, es mi forma de expresión. Importante encontrar la expresión de tu interior amigo mío.
-A mí me gusta asemejar el vuelo de un águila, sé que por ser pequeño no es fácil planear pero la sensación es única.
-Ah si el parapente, Francais lo realizó la semana pasada dice que es entusiasmante.
-Eso es flotar en el aire para sentir su mano y después remontar.
-Encantado de conocerle voy a visitar la ciudad, ¿me aconseja algún paraje en particular?
-Oh si múltiples lugares son de agrado a la vista pero si tuviera que escoger un par, veamos, supongo que ya has subido a la torre del reloj, así que ¿has probado a surcar las aguas de los canales?
-La verdad que no, no suele ser mi medio.
-Oh es una experiencia interesante, veras si te sitúas en el embarcadero en pocos minutos pasara la gran carpa, es cuestión de que la des un silbido, ella te los mostrara.
-Gracias.
Remonto el vuelo, llego al embarcadero cuando un gran pez plateado surcaba sus orillas.
-¡Me han dicho que conoces los canales!
-Claro que si, ponte los esquís que te llevo.
-¿Los esquís?
-Claro vamos hacer surf por los canales, es un viaje espectacular.

El Cuco se sentó en el pantalán con sus patas colgando comenzó a asegurar las tablas, eso sí que era una novedad.-Y ahora que yo no puedo ponerme en pie me hundiré.
-Que va agárrate a la abrazadera de la cuerda que va en mi cola y prepárate a disfrutar.
Se agarro, la carpa comenzó a nadar a una velocidad importante y de pronto el Cuco se vio en pie sobre el agua y con el viento tocando su rostro.
Aquello era cercano a volar surcando las aguas, visitaban todos los rincones de la ciudad, según tomaban las curvas el Cuco se fue animando y ejecutaba pequeños saltos laterales en el aire, era muy pero que muy emocionante. Visitaron las casas con sus grandes ventanales de madera, había incluso balconadas a ras de agua, iluminado por pequeños faroles acristalados de colores, monumentos y construcciones medievales…
Llegaron de nuevo a un embarcadero cercano a la plaza del reloj.
-¿Te gusto el paseo?
-Esto es genial, ¿y ahora? El Cuco estaba ávido de conocer nuevos lugares, vivir nuevas experiencias…
-Bueno yo te aconsejo terminar la noche en la plaza veras un grupo de personajes departiendo en una terraza, no tiene lugar a equivocó alguno, son únicos.
-Sobrevoló la plaza sus patitas estaban temblorosas del ejercicio náutico y volvió a divisar a la rana, decidió aterrizar allí.
Recostado en una robusta silla de madera se encontraba un tritón todo alargado ocupaba el asiento como si se hubieran "destendido" sobre él y se dejará colgar de su parte superior, lucia unos esplendidos y atrayentes colores.
A su lado se encontraba con un ala abierta y otra tomando una jarra de barro una lechuza, tenía un aspecto misterioso y pálido.
La rana era otro asistente a la reunión y para concluir un gato, con un precioso pelaje pelirrojo y marrón, iba atusándose los bigotes a la vez que conversaba con aire intelectual.
-¿Podría asistir a vuestra mesa?
-Oh claro que si compañero, aquí todos son bienvenidos. Estábamos dialogando sobre la felicidad, ¿qué opinas tu, eres feliz?
-Bueno yo, yo decidí volar fuera del reloj porque me sentía algo vacio, quería descubrir todo aquello de lo que había oído hablar pero aun no conocía, también es cierto que me siento bien con la familia en la que estoy me cuidan, comparten sus historias bajo mi reloj, se ríen conmigo, pasamos grandes momentos juntos. Creo que lo importante es… lo que eres, nuestro amigo el pintor me admiro por lo que crea ¿no?
-Interesante planteamiento amigo, no creas este es motivo de amplias discusiones. Opino que lo importante es estar a gusto con uno mismo cualquier opinión externa por nuestra apariencia podría llevar a equivoco, hay muchos que tan sólo nos ven como domésticos compañeros… se pierden nuestros valores, amigos. ¡Disfrutemos del mundo!
-Yo añadiría expresar tu ser interior, es importante canalizar la tu creatividad y darla vida.
-Si es cierto y también compartir con los amigos, no creéis,
dijo la salamandra sacando una travesera de su bolsa y comenzado a interpretar su melodía.
De este modo semejante curiosa reunión vio llegar el amanecer, los rayos rosados comenzaron a iluminar las nubes de la plaza.
-Quizá sea buen momento para retirarnos a descansar comento el gato mis ojos empiezan a notar el exceso de claridad, ja, ja
-De acuerdo es buen momento, nos veremos amigos.
El Cuco inicio su vuelo hacia la luz del día, llego a la casa justo cuando el reloj iba a tocar las ocho, se abrió la puerta y el Cuco canto.
-Mama el Cuco está afónico.
-Será de tanto cantar ayer.
-O de volar de noche sin bufanda.
-¡Ja, ja, Patricia!
-¿Qué mama?, seguro que al Cuco le gusta pasear cuando nosotros descansamos de su canto.
-Bien, que nos cuente a la hora de la comida que ha hecho esta noche.
El Cuco se acurruco a descansar esperando el momento de encuentro familiar y… su próxima salida nocturna.
“Y es que a la realidad… hay que saber observarla profundamente”

Mª José

No hay comentarios: