martes, 19 de mayo de 2009

"Medina, la bella flor del Azahar de Córdoba"

"Cuenta la leyenda que existió una vez un califa, Abderramán III, que mandó construir "la ciudad de Zahra"... una ciudad edificada por amor. Dice la misma, que fue su favorita Zahra, cuyo nombre significa "La Flor", quien le sugirió construir una hermosa ciudad a las afueras de Córdoba, un grandioso lugar en el que se materializaran el placer, la belleza y el poder. Por ello el califa decidió que la ciudad llevaría el nombre de la amada, "Ciudad de al-Zahra", la "Ciudad de la Flor de Azahar". Madinat al-Zahra, reflejaría el esplendor del califato, todo el lujo, magnificencia y poder del último califato cordobés. La más hermosa de las ciudades andalusíes".

Y eso es lo que encuentras en Medana Azahara, por lo menos a mi no me dan de si los ojos y el asombro, aun estando al descubierto un 15% tan sólo, la belleza del lugar es evidente. Por su ubicación y por su gusto en la construcción, materiales, dibujos y filigranas de la misma. Da igual que la fuente que estés viendo se haya recuperado entera o en parte, te sigue atrayendo por su belleza.

La historia cuenta que Medina Azahara, مدينة الزهراء Madīnat al-Zahrā' (‘la ciudad de Zahra’) se mandó edificar por Abderramán III (Abd al-Rahman III, al-Nasir) a unos 7 km en las afueras de Córdoba en dirección oeste.Los motivos de su construcción son de índole político-ideológica: la dignidad de califa exige la fundación de una nueva ciudad, símbolo de su poder, a imitación de otros califatos orientales y sobre todo, para mostrar su superioridad sobre sus grandes enemigos, los fatimíes, la zona norte del continente africano.


Se ubica en las faldas de Sierra Morena, al pie de la montaña Yebel al-Arus ('Monte de la Desposada') y en contacto con el valle del Guadalquivir y orientada de norte a sur. Aprovechando el desnivel del terreno, fue distribuida en tres terrazas; su forma es rectangular y ocupa unas 112 hectáreas. En el año 936 a cargo del maestro alarife Maslama ben Abdallah, un ejército de más de 10.000 trabajadores comenzaban la construcción de la ciudad más importante y hermosa de todo el mundo occidental: Madinat Al-Zahra.

En el 945 se produce el traslado de la corte a esta ciudad, que ya cuenta con la mezquita Aljama (941), las obras se prolongan hasta el reinado de Alhakén II, lo que explica las similitudes estilísticas entre esta ciudad y la ampliación de la mezquita de Córdoba llevadas a cabo por este hijo y sucesor de Al-Nasir.
Las obras duraron algo más de 25 años. 75 años después estalló la Guerra Cicvil en Al-Andalus, los saqueos y los incendios destrozaron la ciudad más bella de occidente. La tierra fue cubriéndola. Fue en el siglo XIX cuando el montón de ruinas fue identificado como Medina Azahara, en 1910 comenzó su excavación y restauración. Medina Azahara estaba rodeada de una imponente muralla. Está dispuesta en tres terrazas: la superior que ha sido totalmente descubierta, la intermedia y la tercera, parte destinada al pueblo, aún permanece sin excavar.

De todo ello destaca el Palacio de Zahra, y de éste sus dos grandes salones. El primero de ellos de forma rectangular dividido en cinco naves y un gran patio porticado. El segundo es el Salón Rico, está también dividido en cinco naves precedidas de un pórtico. Las naves de los laterales son estancias independientes del Salón gracias a las puertas cuyas jambas llevan pilastras de mármol blanco hermosamente adornadas. El complejo urbano y residencial fue realizado con arquerías, capiteles, columnatas, muros, pavimentos cubiertos en su inmensa mayor parte por mármol blanco. Todo ello con una bella decoración geométrica y floral. Se conserva el Edificio de Alcobas, de la época de AL-Hakan II, y una extraordinaria red de alcantarillado y aguas, fuentes jardines, paseos en mármol y estancias del ejercito y guardia del califa.
Medina Azahara es un lugar para conocer y descubrir, viajar en la historia, en las culturas y en las religiones, al igual que Córdoba y no es pasión de raices.

Mª José

2 comentarios:

MiguelÁngelMoreno dijo...

¡Cómo tira el terruño!

Y más cuando hay razones artísticas para ello...

Mª José dijo...

jaja ya es cierto ;)