lunes, 14 de diciembre de 2009

"Tuneles de metro, próxima parada historia de Madrid"

El metro de Madrid nos va a ofrecer una nueva parada dentro de poco y esta será arqueológica. Las obras de la estación de metro de Ópera y la Plaza de Isabel II, comenzaron en septiembre de 2008 y dentro de poco podremos ver parte del Madrid del siglo XVII.
En las obras que se están realizando en el metro se ha descubierto restos arqueológicos y paleontológicos, en excelente estado de conservación, los restos de la muralla cristiana de los siglos XI y XII, como la Fuente histórica de Caños del Peral, y un acueducto de ladrillo que surtía de agua al Palacio Real.
Con estos hallazgos arqueológicos se puede tener una idea muy aproximada de cómo era esta zona de la capital antes de la creación, en 1809, de la Plaza de Isabel II.
Para hacernos una idea:
En los siglos XV y XVI, era zona de abundantes aguas por la que pasaban varios arroyos. El más importante era el Arroyo del Arenal de San Ginés que discurría a lo largo de la actual calle del Arenal, paralelo a la muralla, para después bifurcarse en dos ramas que continuaban hacia el río Manzanares rodeando el antiguo Alcázar, situado aproximadamente donde hoy se encuentra el Palacio Real. Las cercanas calles de Santo Domingo, Escalinata, -entonces calle de los Tintes-, o Arrieta, eran barrancos quizá formados por estos cursos de agua. El desnivel del terreno por toda la zona era enorme. El barrio que en el siglo XVII recibiera el nombre de Los Caños del Peral, estaba situado en una hondonada, las antiguas “Hontanillas”. Actualmente el nivel de la plaza está elevado artificialmente, a base de grandes rellenos de tierras. Fijémonos en las cuestas que la rodean, como la de Santo Domingo, o la de la propia calle de los Caños del Peral, y fijémonos también en el muro al inicio de la calle de la Escalinata, muro necesario para salvar el desnivel ocasionado por el allanamiento. Esto nos ayudará a imaginar cómo donde ahora hay calles y edificios, hace varios siglos había barrancos, arroyuelos, huertas. Huertas como la de Santo Domingo, don Bernardino, o la de la Priora –hoy, plaza de Oriente-. Había por supuesto un estanque para el riego de las huertas. Pilares que eran abrevaderos para los animales, lavaderos. Puentecillos para salvar los cursos de agua. Y fuentes.
La dirección General de Patrimonio Histórico del Gobierno Regional y Metro de Madrid estudian integrar parte de los restos arqueológicos en la estación de metro para que se pueda disfrutar de ellos.
La fuente de los Caños del Peral fue un encargo de Felipe II al arquitecto Juan Bautista de Toledo (arquitecto del Monasterio del Escorial). Es la primera Fuente monumental de Madrid, de más de 30 metros de longitud.
El descubrimiento se ha localizado a diez metros bajo tierra, bajo la Plaza de Isabel II, en el se encontró la Fuente de los Caños del Peral, que abastecía de agua a la población de Madrid a través de una distribución que realizaban los aguadores, uno de los gremios más importantes de la Villa, organizados en: aguadores de cuba, de borriquillo, de cántaros y de vaso.
En la excavación, actualmente en curso, se ha comprobado el excelente estado de conservación de los hallazgos: un frente formado por sillares almohadillados de granito y caños monumentalizados de granito. También se ha documentado un nuevo tramo de la Fuente, su remate norte, hallazgo que ha confirmado el magnífico estado de conservación de toda la construcción que constituía un auténtico monumento. Por los diversos tramos de la Fuente conocidos hasta ahora, se puede decir que tenía un frente monumental de, al menos, 34 metros.

Mª José

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